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Pequeño homenaje a Vicentico

21 de noviembre 2013

vicentico
Hay quien dice que una canción se hace eterna cuando la cantan en las canchas, o cuando de viaje en otro país te encontrás a un artista callejero cantándola, o, sobre todo, cuando muchos juran haberse enamorado mientras la bailaban o la escuchaban. Yo coincido, pero le agregaría cuando hace dormir a un bebé. No es fácil dormir a un bebé, y hay ciertas horas de la noche –a veces también del día– en que la situación desborda y uno pierde la paciencia. Y saber que existe una canción con la que tu bebé se calma, es tener un as en la manga. Pero hay que encontrarla. Y nosotros la encontramos en No te apartes de mí, la segunda canción del último disco de Vicentico. Desde que Gretel nació hemos probado todo tipo de música para hacerla dormir, con resultados diversos. Algunas funcionaron por un tiempo y luego empezaron a perder efecto, otras que en teoría debían ser eficaces nunca le movieron una pestaña. Y muchas directamente la fastidian. Pero esa canción es mágica, ella la escucha y los párpados le empiezan a pesar. A veces se pone un poco fastidiosa incluso, porque sabe que no va a poder resistir al influjo de esa melodía. La canción comienza con un rasguido simple de guitarra y con la voz de Vicentico cantando muy suave “yo pensé que podía quedarme sin ti y no puedo”; es hermosa, y tiene el ritmo justo para el balanceo de un bebé, como si hubiese sido concebida para eso. En todos estos meses no encontré otra canción que quede tan justo para balancear y arrullar a Gretel, que casi siempre se duerme antes de llegar al final.
Hace unos días pasó algo hermoso: Kari le estaba dando de comer, Gretel estaba en su sillita, de espaldas a la tele, cuando empezó a sonar No te apartes de mí. Ella se dio vuelta como resorte y empezó a balancearse al ritmo de la canción.
No tengo que esforzarme para recordar veranos enteros de mi adolescencia saltando y cantando con mis amigos canciones de Los Fabulosos –les decíamos así, no Los Cadillacs sino Los Fabulosos–, y crecimos con El genio del dub, Estoy harto de verte con otros o Te tiraré del altar, a pura bermuda y ska. Pasaron más de veinte años y hoy mi hija se va a dormir con las canciones de Vicentico. ¿Qué más se le puede pedir a un artista? Gracias Gaby, sos un groso.